bang bang.

Mademoiselle Laetitia se despierta todas las noches a la misma hora: 4:00am, sale de su cama con los párpados abiertos unos 45 grados, no dice una palabra, su pijama roja blanca roja blanca roja blanca roja blanca roja, tampoco me dice nada, mas de pronto escucho ese ya tan acostumbrado crujido, y perfectamente sé que se trata de una invasión hambruna cuasinvisible de galletas. Se las come toditas, cruje y cruje la habitación y ella no lo sabe, o lo sabe su yo mas no su ella, y después de prender la luz y apagar la luna cierra sus párpados y regresa a su sueño.

Tiene un palabrerío interesante atorado en la garganta, tan ansioso por salir que cuando en verde nos envolvemos me lo suelta todito, en su afrancesado idioma y yo enverdad enverdesada la entiendo y asiento, y me siento y lo que no entiendo lo invento... Desayuna Salmón, lo pela con cuidado, hula hulea sus días, duerme mucho casi como fuma, come, duerme, escucha fuma duerme, duerme y luego duerme, y luego sale y se engigea todita, y bajo sus vestidos llenos de flores y lunares y otra vez flores sale por la ciudad en busca de aventura, no nos decimos mucho aveces, porque decimos mas con la mera presencia de presenciarnos, aveces me canso y le suelto mi español palabrerío, y me mira con sus ojos grandotes y me dice que si, que si y que ella no sabe. Un tríptico lingüistico en el que nos envolvemos. Y de pronto fuma, y fumamos y de pronto yo ya no quiero fumar, y llega la noche otra vez y entre mis _unknown_ llamadas que tanto me gustan, la miro hablar con un libro de mapas, para que se ubique hasta en sus sueños, y despúes bajamos a desayunar y está julian, es color café, toma mucho café, dos y medio para ser exactos, llena su plato café de cereal color arena manzanillera, bolitas veo muchas bolitas en su cereal, no le gusta la leche, saca su café tabaco y entonces saca su papel color café obscuro y entonces hace un tríptico interesante: Café, tabaco, cereal, café, cereal, tabaco, todo al mismo tiempo, dice el que le gusta. Todo esto sobre un jardín de ladrillos cafes y una mesa enmaderada. Todo esto con el soundtrack de una nancy sinatra y una holly golightly. Y entonces, entre los árboles semifrutales del jardín, between su afrancesada charla entre julian et laetitia, acerca de su primera cita con su chico at the cementary, me rio por dentro y un poco por fuera, me siento en mi película y ellos son mis personajes. Y disfruto tanto esa mañana, donde yo por mi parte tomo un té cuasirojo, una manzana roja, un delicioso sandwich de rojo pepper, con mucho tabasco sauce,rojos tomates cherry, y todo esto con la clausura de un rojo malrboro.

Así comenzamos y terminamos la mañana.