Tuesday 30 November 2010

the fine white

y que si el cielo, mi suelo mi cielo se cubrió de hielo,
y qué si el sueño, del hielo mi suelo se cubrió de cielo?

la mañana se arrebata desfazada, cesa el atardecer
sin tan siquiera una suave o delicada advertencia.

Y que si el cielo nos suelta susurros de hielo
y que si el arbol se torna palido,
todo aquel blanco, se escarchan mis pasos
y al caminar me cruje el tiempo.

Suavizo el momento con un trozo de tela,
mi cuerpo busca el calor en cada bocanada.
y entre el vaho percibo palabras de hielo

Mas hay algo tan susceptible en el aire.
Hay algo entre cada copo de nieve
pupilas de fuego que derriten el hielo

entonces emprendo el vuelo
vivo despierta mi sueño
con este blanco
cálido hielo.

Friday 26 November 2010

12:30

Dear P:

Is all your fault.
You shouldn't came down and give me those two glasses of champagne.
I mean, is only 12.30 in the afternoon and I feel already drunk.

Luego entonces,
bajo el efecto de las burbujeantes particulas de uva que ahora rodean mi ser
y bajo el olor a solvente que despiden aquellas latas,
bajo el frio que mi piel resiente
cuando salgo al jadin a colorear aquellos marcos,
justo en esos momentos es cuando las nueve manos
de mis dos dedos me piden, me suplican unas palabras.

Justo cuando solo quedan unas ocho hojas prendidas
de ocho arboles en toda la ciudad,
justo cuando me sorprende el presente
y la musica..

Es cuando todo me cae de sorpresiva sorpresa,
es cuando el vaho toma forma y consistencia
cuando me doy cuenta...
Justo cuando miro como los autos se escarchan de un hielo tan calido,
cuando mi cigarrillo duplica el humo.

Me veo rodeada de estas ganas de llorar al ver como el cielo susurra fuerte,
estas ganas de llorar cuando miro a mi interior cambiado,
cuando noto como mis pasos saben mejor que yo hacia donde van.
Cuando me veo de lejos, cuando una vida mia esta ahi, en mi Tsicome querido,
donde un dia la detuve de golpe,
y ahora aqui ya... Tan acostumbrada.

Friday 19 November 2010

Five Floors

Paul llega temprano, a las 7 de la mañana, carga aún consigo el aliento a
champagne que ha bebido la noche anterior.
Prende su monitor y comienza su jornada bajo el obscuro solo de keith jarrett,
se pierde a si mismo entre correos protocolarios de una vida que lo supone diseñador.

El piensa en su piano, ahi en el último piso, el quiere arrojar su monitor por aquella
ventana, y sumergir su alma en la músicalidad tipográfica.
Mas no lo hace y responde atento a cada uno de los correos.
Se levanta, recorre su oficina color blanco grisáceo, mueve aleatoria pero ordenadamente
sus bienes, repasa los libros con sus manos y ojos y de pronto Tom llega y le lanza un grito, como avisándo su llegada.

Tom está en el tercer piso. Viste un sueter del mismo color que la popo que ha pisado esta mañana de Bob, su gato. Se pone sus gafas y prende su monitor. Se pierde en su mundo bajo los gritos de Michael Jackson, su ídolo cuando infante.

Llega Roxy, despúes de un viaje visual desde casa-trabajo, se quita los audífonos y antes de entrar por aquella blanca puerta Número 368 agradece su suerte. Entra y sube al cuarto piso, interrumpe a Paul. Estos dos se saludan, hablan de las estaciones, hablan del nuevo auto que Paul trae entre manos y hablan también del nuevo amplificador para el piano que habita el quinto piso. Se despiden temporalmente. Roxy baja al sótano, su estudio, esta vez no tomará café, esta vez Roxy se promete comenzar con una manzana con pera exprimidas, hechas líquido. Roxy se pone sus falsas gafas para sentirse mas lista, respira profundo y comienza. Ha tenido una larga y sorpresiva noche. Aún lleva consigo el aliento a cerveza oriental bajo sus hombros.

Llega Mark con sus cinco tatuajes, su carencia de cabello y sus 5 años de alcohólica abstinencia, es inquieto, no le da frío, no usa chaqueta cuando fuma en el patio. Ha comprado una estatuilla en una tienda de caridad, me dice que tan solo le ha costado 2 libras, tallada en madera, supone un hombre cargando sus pertenencias, es probablemente la estatuilla mas triste que he visto en mi vida, hablamos de su adquisición, le digo que ese hombre enmaderado parece cansado, me dice que es porque está cargando con todo, le digo que las pertenencias no nos acompañan en la muerte. Asiente.
Comienza a trabajar, arregla los frames, pule los tornillos, y yo trato de ser su DJ sin que el lo note, lo acompaño con The Cure, con Queen, con Bowie, y el canta de vez en vez, habla solo. Después conmigo, y me dice que soy rara porque le digo que de niña quería estar en una silla de ruedas.

Se consumen las horas y baja Tom con su nacionalidad chinainglesa, y como cada día, se inicia el ritual del humo, donde desde la primera vez que Roxy llegó han compartido. Hablan de todo y de nada, esta vez hablan Tom-Roxy-Mark, de la Reina Elisabeth y de prostíbulos, comentan la colección de bachichas que han estado acumulando, se toman un todos un té, y cuando se apaga el cigarro se apaga tambien la conversación. Todos vuelven a su trabajo, Tom continuará trabajando en aquella página web, Mark continuará puliendo tornillos y Roxy continuará inmersa en un mundo tipográfico, tratando de ser cada vez mas cuidadosa. Paul mientras tanto seguirá diseñando y soñando con su quinto piso.

De pronto sin darse cuenta aquellos cuatro individuos tan distintos se sumergen en aquel blanco edificio de City Road, y la noche les cae cada vez mas temprano, a las cuatro de la tarde el sol se ha de alejar hacia otro país lejano, Roxy mira el cielo y se comienza a acostumbrar a la obscuridad, se da cuenta de algo: "no es que los días se acorten, si no es que las noches se alargan".

Tom baja a despedirse con su mano y un "see you tomorrow guys", Mark se despide también, entonces solo quedan dos personas, Paul en el cuarto piso y Roxy en el sótano, Paul no puede esperar mas, acude a Roxy, la invita al quinto piso, entonces suben los dos, como cómplices de un algo, y entonces Paul comienza a tocar el piano, Roxy lo mira, y aveces y solo aveces se atreve a soltar un sonido a traves de la harmónica, de pronto una nota adecuada sale de su boca, y Paul-Roxy se sorprenden, la música sigue, la noche continúa.

Deciden marcharse, Roxy otra vez ha querido ocupar el sitio del conductor, izquierda confusión inglesa. Roxy acude a su hogar, agradece a Paul el aventón y se prometen verse mas tarde. Roxy toma sus tenis y corre de noche, y al terminar cruza ese pequeño jardín, le gusta cruzarlo porque los árboles son grandes, al igual como sus expectativas, entonces los ojos de Roxy se mojan de una efusividad tenebrosa pero extraña.

Acude Roxy al Pub sin nombre, donde Paul ya ha destapado la botella de champagne, Louve está ahi sirviendo la copa, con su Ukraniana procedencia y su inglés mal hablado. Saluda a Roxy efusiva. Curioso Pub aquel que Paul frecuenta, esta su amigo Gary, un albañil, a Gary le gusta pedir 4 diferentes shots de 4 diferentes colores, tiene los dientes chuecos, despues llega Wurzel con su pasado musical, Motorhead se llamaba su banda, y pide grandes cantidades de cerveza, no habla mucho, su cabello largo se llega a mojar entre pinta y pinta, y Roxy y Paul comienzan a hablar de arte, se sumergen en tragos y opiniones, Roxy no nota la hora, su pasión por las palabras se apoderó de ella.

El bar está por cerrar. todos salen. se despiden, y así termina aquel Lunes.

Wednesday 17 November 2010

bank station



Que es lo que tienen los bancos que los hace tan tediosos, uno no va al banco con la emocion previa como con la que va al cine, no es tampoco como ir a un parque a volar un papalote, es mas bien la penosa espera, el simple hecho de saber que debemos ir al banco nos exige ocho kilos de paciencia; el banco es, seguramente donde más nos damos cuenta de cuán valioso es nuestro tiempo, podemos perderlo en mil y una cosas pero cuando se demoran los trabajadores bancarios, esa es otra cosa mariposa.

Tenemos la sensacion de que hemos tirado 40 minutos de nuestra valiosa vida formados en una linea de completos desconocidos quizá con solo un factor en común al momento: Dinero

Asi que en esos 40 minutos nos sentimos atrapados, tratamos de entretener nuestra inquieta mente mirando a todos lados, suerte tenemos si algún cliente molesto hace algo lo suficiente interesante como para atraer nuestra atención y escuchar de otra boca las palabras altisonantes, que por voz propia morimos por decir... Sin querer, nuestros ojos comienzan a observar mas allá de lo que hubieramos esperado, sin querer leemos desinteresadamente todos los folletos, nos enteramos de cada una de las diferentes cuentas bancarias que podriamos obtener, bajo la promesa de una mejor calidad de vida económica a cambio de nuestra valiosa firma, claro pero que buena idea abrir una cuenta bancaria más para duplicar el tiempo de espera en la fila la próxima vez...

Ahora que me encuentro atrapada en esta linea de unknown people, tengo el tiempo suficiente para mirar el tipo de calzado que porta cada uno de los desesperados clientes, tengo oidos suficientes para escuchar conversaciones absurdas, tiempo incluso para observar la maravilla de las relaciones públicas, aqui uno consigue charlar facilmente con sus contiguos bajo el tópico de quejas bancarias, ahora mismo dos personajes delante de mi dialogan de la incompetencia del personal, cuentan con su dedo indice la penosa cantidad de tres personas atendiendo un banco contra la alarmante cantidad de 30 clientes en espera, esto es un juego de paciencia, gracias a la impaciencia de algunos la fila se acorta de vez en vez. Eso es, Los indignados se retiran bociferando palabras altisonantes y yo, cliente formada respiro profundo y trato de pensar que esto es,
de alguna manera una enseñanza ZEN.

Miro cómo todos nos miramos, como nos entretenemos en esta audiovisual experiencia donde las maquinas digitan cantidades, los sellos atestiguan transacciones, los celulares suenan y los relojes son los más concurridos.
Mientras, el mundo sucede afuera.

Y en cuanto menos lo espero, la penosa espera ha terminado.

Friday 5 November 2010

dear leaf



Háblame despacio, casi imperceptible,
no, no me cuentes de las comisuras de tus labios,
o cuentame en silencio,
cuentame si se elevan o descienden cuando en tu memoria aparezco.

Ayúdame, ayúdame a cargar todos esos bloques de hielo,
pongámoslo sobre el reloj.
Dame una mano, coloquemos aquella capa invisible justo sobre la aorta,
ocultemos aquel rojo órgano por un tiempo,
ya lo descubriremos en su momento...


No te desvanezcas hoja querida
no te desprendas de tu árbol bajo una otoñal excusa
deja que el viento te mueva,
deja que tus colores cambien pero no saltes hojita, no saltes
ya que disfruto ver el tantaneo,
el vaivén de tu delicada consistencia.

No me digas nada del tiempo, no de distancias,
no soy tan buena en los números,
tan solo conozco ocho
no me digas nada que tenga que ver con algo,
ni me digas algo que tenga que ver con nada,
que no quiero saberlo. (miento, dimelo todo).

Tengamos cuidado, las estaciones cambian lenta, pero paulatina,
y cada una tendrá su propio sonido...
Cuéntale al viento de tus mas profundas pasiones,
que el mismo viento me lo susurrará acompañando mis pasos.

Una cosa mas te pido, aún no te vayas, porque aún no has llegado.